Artículos
  Links     Noticias     Archivo     Opiniones     Multimedia     Entrevistas     Clasificados  
Técnicos
Generales
Viejas glorias
Menu:
Inicio
Indice
Publicar
Contacto

Homenaje al Prof. Ponce

Por Gladys Stranges

Aunque ya pasó algún año, todavía sigue siendo vigente...

AL PROFESOR MARCELO PONCE

Es un honor ofrecer homenaje al profesor, Marcelo Ponce, en reconocimiento a su trayectoria de 26 años como profesor de patín, en su rama artística pero muy especialmente en Patín Carrera en el Club Italiano de José C. Paz.
Nacido el 17 de marzo de 1933. Sus primeros pasos sobre los patines fueron alrededor de los 6 años, usando patines con ruedas de aluminio. Patinaba por la calle hasta que un día, un entrenador polaco que se paseaba por ahí, lo llevó al Club Atlanta. Desde ese momento podría decirse que comenzó, a pesar de algunas vicisitudes, una suerte de fortuna para él y para sus futuros alumnos. A los 13 años formó su primer pareja de baile en patín artístico, hasta los 14 años hizo presentaciones en el circo y entrenó a un grupo de 12 chicos del club Atlanta. Armó un número de baile y se presentó en un torneo en Chacarita. Desde entonces, fue entrenador y profesor de dicho club y así también lo fue del Club Olimpo de Bahía, Muñiz y también fue capitán del equipo de River.
Junto a su esposa Cecilia obtuvieron grandes premios, entre ellos en 1963 como mejor pareja en Brasil, y el de mejor actuación como solista del año en el mismo país. Juntos recorrieron la Argentina.
A sus 51años, un 8 de mayo, se acercó al Club Italiano d José C. Paz, para que su hija Andrea comenzara sus clases de gimnasia. Ahí fue cuando la señora Olga Osa le ofreció la posibilidad de dar clases de patín artístico, al que luego incluyó patín carrera, su cosecha de campeones.
Su gran labor de profesor, técnico, entrenador, ha sido desarrollado junto al gran apoyo de su esposa, Cecilia, de su hija Andrea y de su hijo el Colo que le dieron la fuerza y la energía de realizar una gran y dura tarea, nada más y nada menos que enseñarnos a todos nosotros, que hoy estamos acá reunidos y a otros más, que por circunstancias de la vida no pueden estar compartiendo este momento especial pero están pendientes y disfrutándolo desde donde estén. ¿Y por qué decimos nada más y nada menos? Porque claramente como el dice, „me rompen el esquema“, y…le rompemos el esquema. Acaso recuerdan las veces que le insistimos en negociar jugar una mancha cada vez que veníamos aquí mismo, a este gimnasio todos los benditos martes y jueves? Y no olvidar los partidos de básquet en el tinglado. Más aún en cada desfile, las chicas más que nada renegábamos de usar el enterito pero sobre todo, mantener el orden de la formación. Si sí, todos formando dos hileras, de menor a mayor, tomando distancia, estirando la bandera, llevando el estandarte, y nosotros caminando haciéndole algún chiste al compañero de delante, del frente, de atrás, algún que otro empujón, soltando la bandera, y tantas otras macanas.
Para nosotros ese momento nos parecía casi un régimen militar, sin embargo ahora podemos darle el valor y el significado que merecen todos esos detalles que el nos transmitió.
Podemos seguir escribiendo sobre los méritos de Marcelo, del “ hombre del megáfono y de los mejores tiempos“, de las responsabilidades que siempre asume y las continúa asumiendo, pero para dar fin a este breve homenaje, sólo nos queda señalar la importante labor docente y también de maestro que ha tenido para con todos nosotros, todos los que pasamos en poder de sus manos. Lo llamamos docente, porque nos ha enseñado a patinar, con dedicación y profesión, nos ha inculcado la disciplina, el compromiso y respeto por lo que hacemos y por el compañero; y le decimos maestro! Porque tuvo, tiene y seguirá teniendo, la habilidad extraordinaria, de hacernos sentir la pasión por este deporte, Patín carrera.
En nombre de todos los corredores, ex corredores y familias que transitan y transitaron por el equipo de Patín Carrera del Club Italiano de José C. Paz:

María Gladys Stranges


Calendario '08 y Proyecto CNC
Escuelitas: en Chile saben